9 dic 2013

PONTDERUTES

El cuello es vulnerable en extremo, sobre todo como punto de separación entre la mente y el cuerpo.
Es el puente entre lo abstracto (la cabeza) y la realidad física (el cuerpo). El cuello representa la ingestión, el comienzo de la vida. A través de él tragamos la realidad que luego forma la esencia de nuestro ser. Este punto corresponde al nacimiento abstracto-concepción física: la entrada del futuro ser en la materia física.
Abstracción – Realidad.
A través de él pasan el aire de la respiración y los alimentos que nos nutrirán y darán vida a nuestra existencia física.
Puente de dos direcciones: Cuerpo – Mente, que permite a la abstracción tomar forma y a la forma comunicación.
Pensamientos, ideas y concepciones se manifiestan en acción, al mismo tiempo, los sentimientos internos, sobre todo los del corazón peden ser liberados.
Cruzar el puente del cuello exige el compromiso de estar aquí.
A través de la garganta tragamos nuestra realidad.
El cuello es un medio para ver en todas direcciones.


Cuerpo Mente. Conexión curativa. Debbie Shapiro.






Gracias al texto anteriormente expuesto hice una reflexión para llegar a
un punto en común en el que desembocaría el proyecto “Pontderutes”.

Partiendo de que el cuello es un puente en todas direcciones, los
pensamientos, palabras, acciones, ideas… pasan de ser un acto reflejo que
nace en nuestro cerebro, nuestra mente; para aflorar al exterior mediante
nuestra expresividad corporal. Es nuestra forma de pensar lo que hace
construirnos un perfil psicológico de personalidad hacia los demás.
Conexión infinita del ser terrenal. Una fachada con la que competir en el
mundo.

Para mí el cuello es un puente y como tal por el pasan caminos, infinidad
de carreteras que se cruzan unas con otras, se retuercen, se ordenan y a
veces se pisan unas a otras. Mantienen formas infinitas de ensamblaje de
forma perfecta, casi fractales. En cambio, otras veces toman diferentes
direcciones para desordenar la perfecta construcción entre ellas. En la
vida, no todo orden está completamente ordenado, como también, en el
mismo caos se puede encontrar una pequeña zona de orden.

Este trabajo en modo personal intenta reflejar lo difícil de expresar
ideas, de hablar sin tapujos, de actuar libre y mentalmente fiel a uno
mismo, la necesidad de cumplir con obligaciones impuestas, el no poder
responder con un puño fuerte sobre la mesa, el aguantar la misma vida que
te oprime y no poder hacer nada al respecto, la añoranza del pasado y el
sufrimiento del presente.

Caminos que se juntan, se estrechan, se hinchan, se separan, se lían unos
a otros… y vuelta empezar aunque en diferentes ordenes.
En lo personal es un trabajo que expresa sentimientos íntimos difíciles
de explicar. Es una visualización de mi persona, de cómo me siento
actualmente y que creo que siempre me representa.

Interminables autopistas de sentimientos agolpados en el interior de un cuerpo.

   Barcelona - Septiembre 2011 -